A menudo pensamos que el Marketing Online es algo demasiado complicado.
Que solamente los super-expertos pueden entenderlo y aplicarlo.
Pero no es cierto.
Comprenderlo es fácil.
Una vez lo hayas entendido, solamente tienes que crear una estrategia sencilla que te permita aplicarlo con éxito.
Concepto 1: Tráfico o Visitas
Es la afluencia de público que visita tu sitio web o el lugar online donde alojes tus productos y servicios.
Como en un negocio tradicional de nada sirve que tengas un local muy bonito si solamente te visita tu madre y tu pareja.
Necesitas clientes potenciales. Personas que lleguen a tu negocio con un mínimo de interés o por lo menos curiosidad.
Eso es el tráfico.
Todos los clientes potenciales que acuden al lugar online donde muestres tus productos o servicios.
Lo mejor sin duda es tener una web propia o un blog. De esa manera vas a poder hacer mediciones y crear estadísticas con mayor fiabilidad. También generaras sensación de autoridad en el cliente. Y lo más importante, confianza en tu cliente potencial.
Cuando no tienes web propia generas mucha inseguridad en tus posibles clientes y probablemente acaben eligiendo algo que les aporte mayor confianza.
Existen, principalmente 2 fuentes de tráfico.
Tráfico Orgánico
Es todo el tráfico que llega de manera natural a través de las búsquedas en google o redes sociales.
Si has trabajado bien tus contenidos, pude llegar a ser un tráfico muy cualificado. Es decir, con muchas posibilidades de convertirse en clientes finales.
Pero evidentemente también llegan curiosos o despistados.
El tráfico orgánico es la “gallina de los huevos de oro”. Es un flujo constante de posibles clientes a tu sitio web sin que tengas que invertir ni un céntimo.
Evidentemente llegar a tener una tráfico orgánico importante suele tener mucho trabajo detrás y no ocurre de la noche a la mañana.
Estrategias de SEO y Posicionamiento o Marketing de Contenidos son tus mejores bazas para llegar a conseguir un flujo constante de tráfico orgánico en tu sitio web.
Tráfico Pagado
Son, literalmente, las visitas que compramos a diferentes fuentes de publicidad. Las más comunes son Google Ads y Facebook Ads, pero hay muchas más.
En este caso lo que hacemos, es pagar una cierta cantidad de dinero por cada visita que nos proporciona una plataforma determinada.
Hoy en día si quieres crecer rápido y obtener clientes muy cualificados, además de tener una estrategia clara y predecible, el tráfico pagado es imprescindible.
Tanto el trafico pagado como el orgánico puede ser de mayor o menor calidad y de nosotros depende la rentabilidad que podemos obtener de cada visita que llega a nuestro sitio web.
Esta rentabilidad de cada visita tiene nombre y nos lleva al segundo concepto del Marketing Digital.
Concepto 2: La Conversión
La conversión es la capacidad que tenemos de transformar nuestras visitas en clientes.
Para entender bien este concepto, primero debes entender por las fases que pasa un cliente antes de estar convencido de adquirir uno de tus productos o servicios.
Ya te lo explique brevemente en el artículo 3 Conceptos que Debes Entender antes de Hacer Publicidad en Facebook si quieres que funcione.
Para que cualquier persona acabe comprando cualquier cosa tiene que pasar por 3 fases previas: Interés, confianza y deseo.
Como si fuera una relación romántica.
Puede ser que tu cliente potencial llegue a tu sitio web en cualquiera de estas fases y es muy importante tener una estrategia para cada uno de estos tipos de clientes.
Cuando el cliente no te conoce de nada y recibe un primer impacto a este se le llama tráfico frío.
Cuando el cliente ya tiene interés, es tráfico templado.
Y cuando ya ha generado confianza es tráfico caliente.
Según la temperatura del cliente, va a ser más sencillo provocar una acción u otra.
Generar interés
Cuando el cliente está frío tenemos que generar interés. Esto principalmente lo vamos a hacer a través de marketing de contenidos, aportándole valor sin pedir nada a cambio.
Esto pueden ser vídeo de valor, artículos, publicaciones en redes sociales etc.
Generar Confianza
Una vez hayamos conseguido que esté interesado en nuestros contenidos debemos trabajar la confianza y el deseo.
Aquí ya podemos ir un paso más allá y pedirle algo a cambio de nuestro contenido de valor. Además, nuestro contenido, ya no va a ser público sino que tiene que ser algo más exclusivo. Precisamente dirigido a personas que ya han demostrado un interés en nuestra temática.
Lo normal es que le pidamos sus datos de contacto: Nombre y correo electrónico.
Con esto conseguimos varias cosas:
- Obtenemos sus datos de contacto para poder comunicarnos con él y continuar la conversación a través de email.
- Cambiamos nuestra relación con el cliente de estado. Pasamos a tener una relación comercial.
- Obtenemos una primera transacción. Es decir el cliente ya nos ha pagado por acceder a un producto o servicio. Aunque solo sea con sus datos. Al obtener una primera transacción será más sencillo que en el futuro se produzca una venta mayor.
Generar Deseo
Cuando el deseo está en su máximo esplendor, es el momento de vender. Es entonces cuando vamos a ofrecerle nuestro producto o servicio.
Esto se hace a través de las llamadas a la acción. La llamada a la acción es cuando inducimos a nuestro cliente potencial a dar un paso en una dirección concreta.
Las llamadas a la acción pueden ser de 3 tipos:
- Asertiva
- Imperativa
- Atractiva
Creación de Funnels o embudos de venta
Para una mayor conversión, lo ideal es la creación de una estrategia a través de la cual hagamos al cliente pasar por todas estas fases hasta la venta final.
En un próximo artículo te hablaré de la creación de embudos de venta sencillos que vas a poder aplicar prácticamente a cualquier negocio.